Watch i-D’s driver Morad capture the chaos outside Balmain on Facebook
El valor más grande de Rousteing es la celebración de la mujer, incluyendo a las famosas que no la tienen fácil con la prensa. Por encima de todo, el diseñador celebra la confianza, entonces no le importa lo que hagas (o dejes de hacer) o porqué lo haces. Es una declaración novedosa en un mundo donde los trolls se pasean en Instagram haciendo comentarios horribles acerca de mujeres como Kris Jenner; quizá ella sea culpable de ser una mamá salida de la tv de realidad y una magnate de la vida moderna, pero no merece el repugnante odio o el ácido discurso dirigido a ella tan casualmente en Internet o donde sea. Igualmente, sus hijas tal vez sean privilegiadas y se sobre expongan a los medios, pero tienen tanto derecho de asistir al desfile – o caminar en el – como cualquier otra mujer que esté invitada.
No está bien humillar públicamente a la mujer por como vive su vida, por cómo se ve, o porque se encuentre en el foco de atención. No está bien considerarlas “de mal gusto” o “perversas” o “malcriadas”, especialmente si la misma sociedad las puso dónde están. Rousteing no pudo haber previsto lo que sucedió afuera de su show -dónde nuestra editora de moda Julia Sarr-Jamois también fue molestada por gente que quería tomarle una foto- pero estos hechos le añadieron un sentimiento desagradable en una medida mucho más grande de lo que él tenía pensado, y esto fue increíble. (Kim, por supuesto, salió ilesa y se portó encantadora al final del desfile, emocionada por ver a su hermana desfilar.)
El agresivo y frenético sonido de “Scream” de Michael y Janet Jackson ambientó el desfile, con las voces de los incomparables hermanos sonando más relevantes que nunca: “Con tantas confusiones, ¿no te hace querer gritar? Tu agenda está hecha para abusar y victimizar. Tratas de enfrentar todas las mentiras que se dicen. Alguien por favor tenga misericordia, porque ya no puedo más.” Tal vez sea un pensamiento arriesgado, pero la ropa usada en el video de Dexter Wong, Ann Demeulemeester y otras piezas sacadas de sex-shops, bien pudieron haber sido una vaga referencia al futuro del que ahora hace referencia Rousteing con looks compuestos por dos tonos, cuadrícula de negro sobre blanco, y elegantes formas esculturales.
Aunque sea trillado decirlo en un reporte de moda, este show no se trataba de la ropa. La estética de Rousteing fue establecida mucho tiempo atrás, y aunque siempre está evolucionando el estilo de la casa de moda, esta colección era acerca de la mujer para la cuál diseña, más que la ropa que diseña para ellas. Al poner a Balmain al frente de esta nueva revolución femenina en un mundo donde aparentemente es aceptable insultar a Madonna por no vestir de acuerdo a “su edad”, llamar gorda a Janet Jackson, y hablar de las mujeres Kardashian como si fueran objetos baratos, Rousteing está haciendo la diferencia que la moda debe de hacer.
Credits
Text Anders Christian Madsen
Photography Harry Carr